Crónika de un Poeta Maldito
La idea de contar mi historia gráficamente, surge entorno a mi pasado y la necesidad de no olvidar que es el estigma de la enfermedad mental, muchos son los que lo padecen y no me equivoco al ser el más idóneo de contarlo, a través de mis amigos y familiares que son los auténticos cronistas de su verdad, sufridores de mi deterioro y los impulsores de mi afán de superación.
Todos somos victima o causa del efecto, cuando la necesidad de superación es la puerta a la vida inclusiva de las personas con trastorno mental, siempre que actuemos de forma sutil y coherente de sobrellevarlo con responsabilidad.
la medicación y la terapia son indispensables para afrontar la realidad de que como cualquier dolencia es vital sugerir un uso responsable de fármacos con la confianza depositada en terapeutas, psicólogos, psiquiatras y educadores sociales, que nos asesoren y orienten.
Y el sentido común de abstenernos al consumo drogas y alcohol bajo nuestro diagnóstico.
En la noche de los tiempos, donde todo puede suceder si se desea, deseó mil veces la muerte y murió mil veces en vida con cada duda, meta no alcanzada y fue tan oscuro su pensamiento que apago la luz de su estrella.
Desde el principio como siempre el no entendió nada, nada le atraía a permanecer en este estado larvario creía ser el último gusano de la faz de la tierra, nunca fue un chico aventajado respecto a los demás e incluso el así lo creía, y se lo creyó tanto que olvido creer en lo que sentía desde la observación con uno mismo hacia lo que le rodeaba…
Conoció la escuela, la calle, el ocio el esfuerzo las metas, el amor el odio la indiferencia la envidia la ira y la locura de sentirse diferente a todos los demás pero? Era eso lo que doblego a la derrota, o solo dejo de creer en el hecho de conocerse por el mismo, haciendo caso a los rumores que los demás realizaban sobre su persona, y las pautas adoctrinadas de seguir el ejemplo de las referencias de cualquiera de las conductas de sus mayores…
Él vivió con miedo, miedo al primer desamor, miedo a la primera travesura, miedo a desobedecer, miedo a equivocarse, miedo a la vida y la muerte, y hasta hoy miedo al miedo de ser diferentemente perfecto o imperfectamente único, tanto miedo le enseñaron a temer que tuvo miedo a pensar por el mismo, razonar por el mismo y vivir por el mismo
Y despertó esa tarde, y aprendió a escucharse para escuchar a los demás,
Y aprendió a mirarse con bondad y simpática empatía para reflejarse en la actitud de los demás,
Y aprendió a valorarse, valorando lo que le otorgaba la vida, y su miedo fue retrayéndose a medida que pasaba la tarde,
Pero la noche le alcanzo, y no encontró su lugar en la noche, si no su estrella.